El presidente de la Confederación Dominicana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la Construcción (Copymecon), Eliseo Cristopher, abordó los desafíos y aportes del sector construcción en República Dominicana, haciendo énfasis en la necesidad de formalización y en la implementación de políticas sostenibles frente al cambio climático.
Durante el Foro Económico elDinero 2024, Cristopher subrayó que más del 98% de las empresas del sector construcción en el país son micro, pequeñas o medianas, señalando su papel como pilar en el desarrollo de infraestructura. Sin embargo, señaló que la informalidad sigue siendo uno de los mayores obstáculos para el crecimiento sostenible del sector.
“Según los datos oficiales, el 63% de las empresas en el país son informales, y en el sector construcción este porcentaje podría ser aún mayor. Esto limita la calidad del empleo y la capacidad de desarrollo del sector”, explicó.
De acuerdo con estadísticas del Banco Central, en el sector construcción, la población ocupada informal sigue siendo predominante frente a la formal. En el cuarto trimestre de 2014, por cada trabajador formal (48,889) había aproximadamente cinco informales (241,830).
En igual período, pero de 2023, la relación aumentó a más de seis trabajadores informales (357,873) por cada formal (55,345). Esto refleja un incremento desproporcionado de la informalidad, con un crecimiento del 48% en los informales frente al 13.2% en los formales durante el período analizado.
El comportamiento de la formalidad muestra fluctuaciones, alcanzando su punto más bajo en 2020 con 29,454 trabajadores formales, posiblemente debido a los efectos de la pandemia. En contraste, la informalidad ha mantenido un crecimiento sostenido, alcanzando un máximo en 2021 con 359,835 ocupados.
En el segundo trimestre de este año los datos revelan que por cada ocupado formal (61,844) existen unos seis informales (359,389).
Para Cristopher, la solución pasa por crear políticas específicas que fomenten la formalidad en las pequeñas empresas. Entre las propuestas destacó la implementación de un régimen tributario diferenciado y programas de financiamiento dirigidos a las pymes de construcción. “Un microempresario no puede tributar igual que una gran empresa. Esto lleva a muchos a regresar a la informalidad tras intentar regularizarse”, lamentó.
Asimismo, enfatizó la importancia de que todos los sectores del gobierno, empresas privadas, ONG y academia trabajen de manera conjunta para diseñar políticas integrales que fortalezcan la formalidad y optimicen la mano de obra local.
Cambio climático
Otro de los puntos centrales de su intervención fue el impacto ambiental del sector construcción. Cristopher reconoció que esta actividad es “alarmantemente agresiva” con el medio ambiente, pero aseguró que Copymecon está comprometida con mitigar su impacto.
“El sector construcción tiene un impacto directo en el medio ambiente, y como confederación promovemos políticas que respeten los recursos naturales. Esto incluye incentivar el uso de materiales sostenibles y evitar prácticas que afecten gravemente los ecosistemas”, señaló.
Un ejemplo de esto es el daño causado por la extracción de materiales de los ríos, una práctica que, según Cristopher, ha llevado a la degradación de importantes fuentes hídricas como los ríos de San Cristóbal. “El casco urbano de la capital ha crecido sacrificando ríos que eran fundamentales para nuestras reservas de agua. Esto no es desarrollo sostenible, y como sector debemos tomar conciencia”, añadió.
Entre las soluciones planteadas, Christopher mencionó la necesidad de impulsar regulaciones más estrictas en cuanto a la explotación de materiales, así como la promoción de tecnologías y prácticas menos invasivas.
Aplaudió los esfuerzos del Gobierno y de organismos internacionales en establecer políticas de construcción sostenible, pero insistió en que estas deben ser más inclusivas para garantizar que las pequeñas empresas puedan adaptarse sin quedar excluidas del mercado.
“Estamos llamando a nuestros socios y a todo el sector a buscar formas de hacer la construcción menos agresiva. Necesitamos innovación, financiamiento para tecnologías sostenibles y, sobre todo, conciencia sobre el impacto de nuestras acciones en el medio ambiente”, subrayó.
Cristopher destacó que la sostenibilidad y la formalización no son solo metas deseables, sino imperativas para garantizar el desarrollo a largo plazo del sector y de la economía dominicana en su conjunto. Con más de 370,000 empleos generados anualmente, el sector construcción tiene un papel crucial en el bienestar del país, pero debe evolucionar hacia un modelo más inclusivo y responsable.
“El sector construcción es el motor de la economía, pero necesitamos modernizarlo. Esto incluye regularizar a los trabajadores, fortalecer a las pymes y adoptar prácticas que respeten el medio ambiente. Solo así podremos garantizar un crecimiento sostenible que beneficie a todos”, dijo.
Reto
De acuerdo con una nota técnica titulada: “Resiliencia y sostenibilidad en los códigos de construcción de América Latina y el Caribe”, realizada por el BID, en Rep. Dom., los códigos de construcción carecen de criterios de sostenibilidad y resiliencia.
Refiere que, en categorías como agua, energía, calidad ambiental interior y zonificación climática, el país registra un cumplimiento del 0%, mientras que el promedio regional en estas áreas oscila entre el 11% y el 27%. Esto significa que el país no integra parámetros relacionados con el manejo eficiente de recursos hídricos, o el uso responsable de la energía, lo que limita la capacidad de las edificaciones para adaptarse al cambio climático.