Informalidad incrementa dependencia de mano de obra haitiana en sector construcción

El año pasado República Dominicana reportó la repatriación de más de 276,000 haitianos que se encontraban en situación migratoria irregular, según datos de la Dirección de Migración. Aunque la medida va acorde con lo que disponen las leyes locales, su impacto en algunos sectores productivos es negativo.

Esto así, por la alta dependencia de sectores como el agrícola y de construcción de la mano de obra haitiana, alcanzando cerca de un 100%, según reconoce Eliseo Cristopher, presidente de la Confederación Dominicana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la Construcción (Copymecon).

Cristopher destacó que "dominicanizar" la mano de obra en este sector representa un desafío persistente para el año 2025. “El sector construcción es altamente receptivo a la mano de obra extranjera, especialmente haitiana. Si se prescinde de esta mano de obra, el sector podría paralizarse”, advirtió en declaraciones a elDinero.

El presidente de Copymecon subrayó que las deportaciones del año pasado han generado una notable escasez de mano de obra en diversas áreas. Esta situación se debe, en gran medida, a que muchos nacionales haitianos optan por ocultarse para evitar ser deportados. “La mayoría se esconde y no acude a las obras porque temen ser detenidos”, añadió.

En este contexto, Cristopher propone medidas específicas para un sector caracterizado por su alta informalidad. Sugiere implementar condiciones “especializadas” para que las pequeñas empresas constructoras tengan mayor acceso crediticio dirigido a adquirir tecnología y maquinaria, así como mecanismos que fomenten la formalización de estas empresas y una tributación adaptada a sus condiciones. Estas acciones, aseguró, podrían contribuir a un sector más formal y robusto, facilitando también el proceso de “dominicanización” de la mano de obra.

Según el gremio, desde 2020 el sector construcción ha generado más de 700,000 empleos; sin embargo, un 89.78% corresponde a empleos informales, lo que equivale a aproximadamente 628,000 puestos no regulados. Esta tendencia ha continuado en ascenso y agrava aún más la situación para las mipymes constructoras, que son los principales generadores de empleo en el país.

Por su parte, las autoridades dominicanas han asegurado que las deportaciones se llevan a cabo respetando los derechos humanos. Estas acciones coinciden con una intensificación de la crisis política y social en Haití, donde se estima que más del 80% de la capital está bajo control de bandas delincuenciales.

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